Chicago

🇨🇴 Tuvimos la suerte de conseguir un buen hotel en el centro de Chicago. En las ciudades grandes nos basta con que haya cómo parquear, que sea limpio, que quepamos, y que quede cerca de transporte público. Con este nos ganamos la lotería. El precio fue bueno, tenía desayuno incluído, dónde lavar ropa, piscina, queda a una cuadra del parque Grant, en el centro de la ciudad, y el cuarto que nos asignaron tenía vista hacia el lago Michigan.

Desayunamos y salimos a caminar hacia el norte por el parque Grant. De inmediato nuestra impresión fue que esta ciudad es menos repleta de gente y caótica que Nueva York. Más tarde nos enteramos que por las noches hay problemas de violencia, pero para el turista que anda de día o temprano en la noche el sitio es muy amigable y hay policía por todas partes. También me sorprendió que, a diferencia de Nueva York, Toronto, Philadelphia, Washington, D.C., St Louis, San Francisco, Indianapolis, Bogotá, etc, el centro de Chicago está hecho para que lo disfruten principalmente los niños.

Lo primero que encontramos fue una escultura que enfrenta dos fuentes de agua gigantes, de bloques de vidrio con pantallas adentro. Las fuentes muestran la cara de personas que cada pocos minutos escupen agua al área de la mitad. Toda el área, siendo verano, está llena de niños jugando en el agua de las fuentes. Un poco más al norte pasamos junto a lo que en invierno es una pista de hielo y por ahora es un café al aire libre. A la vuelta de la esquina encontramos The Bean (el fríjol). Es una escultura gigante plateada que verán en las fotos. Ahí conseguimos perros calientes estilo Chicago y el veredicto es que no somos fans.

Seguimos al parque Maggie Daley donde había alquiler de patines, monopatines, y equipo para escalar unos muros. Montamos hasta que nos detuvo el calor, y después David y Nicole se turnaron subiendo el muro. Ya conocíamos la afición de David pero no el talento de Nicole. Después pasamos un rato en una de las secciones del parque para niños, pero era hora de avanzar y no nos quedamos a explorarlo.

Queríamos ir al Willis Tower para una atracción que consiste en parase en un balcón completamente transparente afuera del rascacielos, pero después de la larga caminata hasta el edificio nos enteramos que la espera para subir era de 90 minutos y luego una hora adicional para el balcón. Como no teníamos energía, ya habíamos subido a otros rascacielos, y teníamos una mejor vista desde el hotel, decidimos tomar el metro hasta el hotel para descansar unos minutos antes de comer.

De comida fuimos a la Pizzería Uno, reconocida como el lugar de origen de la pizza estilo Chicago (romana). En terminos de comida original de Chicago la pizza definitivamente le gana al perro.

Volvimos en metro al hotel. Ya era tarde pero los niños no querían terminar la visita a Chicago sin dos actividades más. La primera era piscina, así que fuimos antes de colapsar en las camas, del cansancio. La segunda actividad la hicimos por la mañana. Desde el cuarto del hotel habíamos descubierto que el parque Grant, directamente al frente nuestro, tiene un parque para patinar. Entonces David llevó su patineta mientras que Nicole, Nico y yo jugamos fútbol por ahí cerca.

🇺🇸 We were very lucky to find a good hotel in downtown Chicago. In big cities we’re satisfied with parking, cleanliness, room for five, and proximity to public transportation. With this one we won the lottery. The price was good, breakfast was included, it has laundry facilities, pool, it’s a block away from Grant Park, and the room we were assigned had a view of Lake Michigan.

We had breakfast and started walking north along Grant Park. Immediately our impression was that this city is less crowded and chaotic than New York. Later we found out that at night there’s a violent crime problem, but for the tourist that goes around by day or early in the evening the place is very friendly and there’s police presence everywhere. I was also surprised to find that contrary to New York, Toronto, Philadelphia, Washington, D.C., St Louis, San Francisco, Indianapolis, Bogota, etc, downtown Chicago is designed for children to enjoy.

The first thing we found was a giant sculpture that faces two giant water fountains made of glass blocks with screens inside. The fountains show the face of people that every few minutes spit water to the area in the middle. Since it’s summer that whole place is full of kids using it as a splash pad. A bit further north we walked by a cafe, where in wintertime they set up an ice rink. Around the corner we found The Bean. It’s a giant chrome sculpture which you’ll find in the pictures. There we found a hot dog cart and tried them Chicago style. We’re not fans.

We continued on to the Maggie Daley Park where we rented skates and scooters and rode them until the heat stopped us. Then David and Nicole took turns at the climbing wall. We already knew of David’s love for climbing, but not of Nicole’s talent for it. Then we spent a little while in one of the playground’s areas, but we didn’t stick around to explore because it was time to move on.

We wanted to go to the Willis Tower to get on the Skydeck, which consists of a transparent box outside the skyscraper. But after the long walk there we found out that the wait time to go up was 90 minutes, and then an additional hour to get a turn in the Skydeck. Since we hadn’t the energy, had already gone up skyscrapers, and we had a better view from the hotel room anyway, we decided to take the metro back to the hotel to rest a few minutes before dinner.

For dinner we went to Pizzeria Uno, renowned as the birthplace of Chicago style pizza. In terms of Chicago-native foods the pizza is way better than the hot dog.

We rode the metro back to the hotel. It was late but the kids didn’t want to leave Chicago without two specific activities. The first was a swim in the pool, so we went before collapsing on our beds. The next morning we went to the second activity. From the hotel room we had discovered that Grant Park right in front of the hotel has a skate park. So David went on his skateboard and Gabriel, Nicole and I played soccer close by.