Williamsburg, 1774
🇨🇴 Hacia el medio dia llegamos a Colonial Williamsburg, una réplica viviente de lo que hubiera sido un pueblo colonial en 1774, dos años antes de la declaración de la independencia de los Estados Unidos. Ahí aprendimos acerca del estilo de vida de la época y acerca de frabricación de ladrillos, carpintería y otras actividades que hubieran sido importantes en la vida cotidiana de la época. Es lo que me imagino que pasaría si un parque de atracciones de repente decidiera enseñar historia en una forma inmersiva. Recomendamos la visita.
Al salir de ahí, como los niños se estaban quejando de la voz robótica del GPS le dimos a Nico el mapa y nos guió exitosamente hasta Virginia Beach. Ya era tarde como para pasar tiempo en la playa, pero estuvimos unos minutos sobre la arena celebrando el haber llegado al Atlántico por primera vez como familia.
La playa, para los que no vivimos cerca del mar, siempre tiene su atractivo. Pero la ciudad junto a la playa se ve como se espera de los alrededores de una playa turística: mantenida lo mínimo posible. El pueblo artesanal de 1774 se veía mejor conservado.
Los niños añadieron un nuevo animal a su lista de comidas: ostras.
🇺🇸 We arrived just before lunch at Colonial Williamsburg, a living replica of what a colonial 1774 town would have been two years before the United States Declaration of Independence. There we learned about the time period’s lifestyle and about brick making, carpentry, and other activities that would have been important in that time’s everyday life. It’s what I suppose would happen if an amusement park suddenly decided to teach history in an immersive way. We recommend a visit.
As we were leaving, since the children were complaining about the GPS’s robotic voice we gave Gabriel the map and he guided us successfully to Virginia Beach. It was too late for beach time, but we spent a few minutes on the sand celebrating having reached the Atlantic Ocean as a family for the first time.
The beach, for those of us who don’t live by the sea, always carries some allure. But the city by the beach looks just as expected of the surroundings of a tourist beach: maintained as little as possible. The handcrafted town of 1774 looked better preserved.
The kids added a new animal to their list of foods: oysters.