🇨🇴 Saliendo del hotel el día anterior Nico encontró un folleto que hablaba de Hershey, PA. Nuestro itinerario original para el día era pasar más tiempo aprendiendo de los Amish, pero esta oportunidad nos hizo cambiar de plan.
En la segunda mitad del siglo XIX Milton S. Hershey, un empresario, fundó una empresa de confección de chocolates y un pueblo alrededor de ella en la región de producción láctea de Pensilvania. Hershey, tanto empresa como ciudad, han sido prósperos desde ese entonces como resultado de la receta que incluye como ingrediente principal la leche fresca de la región.
A medida que nos acercamos a la atracción turística de la fábrica era difícil encontrar el límite entre el pueblo y el campus de la empresa. Resulta que el fundador le dedicó tantos esfuerzos y capital al pueblo como a la empresa. Por eso el visitante disfruta de su legado desde la entrada al pueblo.
Desde la entrada a la tienda de chocolates, que es más grande que algunos supermercados pequeños, Mommy y yo nos vimos forzados a correr detrás de tres niños emocionados que no sabían cómo procesar la idea de tanto dulce y chocolate para la venta. Para evitar la compra impulsiva de varios kilos de chocolate conseguimos boletas para dos atracciones.
La primera fue una película en 3D con personajes basados en los chocolates Hershey. Lo que le añade a la experiencia es la participación del público. El encargado del show a la entrada del teatro nos eligió junto con otro par de familias y nos hizo una corta entrevista. Luego durante la película el personaje animado principal nos incluyó en la historia por nombre propio. Los niños estaban asombrados de ser parte de la película. Yo estaba feliz de saber que es muy seguro que estén usando software de Adobe para lograr ese tipo de animación en vivo.
La segunda atracción fue escoger los ingredientes de nuestra propia chocolatina y diseñar el empaque. Luego pudimos ver el proceso de las máquinas que fabricaban la chocolatina según nuestras instrucciones e imprimían nuestro empaque. Cada uno salió con la chocolatina que diseñó.
Al salir del parque, habiendo consumido una dosis poco saludable de chocolate, manejamos hasta las afueras de Philadelphia. Mientras esperábamos nuestra mesa en el restaurante de la comida vimos una tienda de trenes y carros de juguete donde los niños alquilaron unos carros eléctricos e hicieron carreras alrededor de unas pistas a escala.